
Mi pasión y enfoque está orientado hacia la formación de los estudiantes, también en la divulgación de los manuscritos publicados... y enseño a vivir en coherencia.
QUINTA LEY: EL PRINCIPIO DEL RITMO.
Todo en la vida tiene un movimiento rítmico, un movimiento parecido al péndulo. Cuanto más lejos ha llegado el péndulo en el polo negativo (tristeza, dolor, sufrimiento, etc.), más se inclinará luego hacia el otro extremo (alegría, éxito, felicidad, etc.). De acuerdo con Hermes, el movimiento siempre comienza en el extremo negativo y nunca al revés. Es decir, qué si se está viviendo un momento feliz, no significa que luego se va a sufrir. En realidad, el proceso es al revés: si se ha sufrido un gran dolor, la vida luego nos compensa con una gran alegría.
El movimiento pendular se reduce en la medida en que nos elevamos espiritualmente y se termina cuando estamos en el terreno del Espíritu. Es cuando se alcanza el estado de dicha y de paz. Cuando uno logra llegar a ese punto, en el cual se puede sentir bien con pareja o sin ella, dinero, familia y demás, es cuando uno se ha situado sobre el péndulo. A medida que uno se balancea emocional o mentalmente, el péndulo va de un extremo al otro y causa que tu sigas siendo arrastrando.
El Kybalión dice que: «Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.»
En este principio, el ritmo se manifiesta como un movimiento de ida y vuelta. Todas las cosas manifiestan una oscilación media, un flujo y un reflujo. Se trata de un movimiento semejante al del péndulo, que va de uno a otro polo.
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